La contabilidad de cobertura es una opción interesante para empresas que tienen una menor tolerancia al riesgo y que quieran contar con un grado determinado de certeza. Para esto existen instrumentos financieros, llamados derivados, que pueden ayudar a generar certezas financieras, y existe en la contabilidad la contabilidad de cobertura (hedge accounting).

En Chile, las empresas tienen opciones para aplicar la contabilidad de cobertura, principalmente de acuerdo con las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) adoptadas en el país. A continuación, se indican algunas opciones comunes:

1. Hedge Accounting (Contabilidad de Cobertura): Las NIIF permiten a las empresas designar ciertas operaciones como coberturas de riesgo, lo que permite el reconocimiento de los efectos de la cobertura en el estado financiero. Las principales categorías de cobertura son: cobertura de flujo de efectivo, cobertura de valor razonable y cobertura de inversión neta en un negocio en el extranjero.

2. Cobertura de Flujos de Efectivo (Cash Flow Hedge): Permite a una empresa cubrirse contra los cambios en los flujos de efectivo futuros asociados con una inversión o una transacción ya comprometida.

3. Cobertura de Valor Razonable (Fair Value Hedge): Se utiliza para cubrir el riesgo de cambios en el valor razonable de un activo o pasivo reconocido.

4. Cobertura de Inversión Neta en un Negocio en el Extranjero (Net Investment Hedge): Se aplica a la cobertura del riesgo asociado con la inversión neta en un negocio extranjero.

En Chile, al igual que en muchos otros países, existen varios instrumentos financieros que las empresas pueden utilizar para realizar coberturas, los cuales son proporcionados por la banca. Algunos de estos instrumentos incluyen:

1. Contratos de Futuros y Opciones: Estos contratos permiten a las empresas fijar precios futuros para ciertos activos o pasivos financieros, como divisas, materias primas o tasas de interés, lo que ayuda a mitigar el riesgo de fluctuaciones de precios.

2. Contratos de Swap: Los swaps son acuerdos entre dos partes para intercambiar flujos de efectivo o pasivos financieros basados en ciertos parámetros, como tasas de interés. Pueden ser útiles para cubrir riesgos de tasa de interés.

3. Derivados de Divisas: Contratos diseñados para protegerse contra el riesgo de fluctuaciones en los tipos de cambio entre diferentes monedas.

4. Instrumentos de Deuda a Tasa Variable: Algunos instrumentos de deuda ofrecen la posibilidad de ajustar los pagos de intereses en función de cambios en las tasas de referencia, lo que puede ayudar a mitigar el riesgo de tasas de interés.

5. Obligaciones Indexadas: Son títulos de deuda cuyo valor se ajusta según un índice de precios u otro factor externo, lo que puede proporcionar una cobertura contra la inflación.

Las empresas deben evaluar cuidadosamente sus necesidades de cobertura y el tipo de riesgo al que están expuestas antes de elegir los instrumentos financieros más apropiados. Además, deben considerar los costos, la eficacia y la complejidad de cada instrumento antes de utilizarlo como una estrategia de cobertura. Así también, las empresas que deseen aplicar la contabilidad de cobertura deben cumplir con los requisitos específicos establecidos en las NIIF, como documentar la relación de cobertura, la efectividad de la cobertura y la eficacia de los instrumentos de cobertura utilizados.

Es importante consultar con contadores o especialistas en NIIF en Chile para entender cómo aplicar correctamente estas opciones de contabilidad de cobertura, ya que las reglas pueden ser complejas y pueden requerir un análisis detallado de la situación financiera de la empresa